domingo, 26 de noviembre de 2006

Supernatural: Detrás de la leyenda 1x10 (Asylum)

SANATORIOS MENTALES: TORTURA

Siempre ha habido tortura en los sanatorios mentales. La mayoría de esta tortura ha sido inintencionadamente, pero, sin embargo, muchos de los que fueron "tratados" durante los inicios de estos sanatorio acabaron peor de como entraron. Antes de 1750, la actitud hacia los enfermos mentales era bastante simplista. Algunos incluso creían que los pacientes eran "poseídos por fuerzas malignas". Muchos de los "tratamientos" incluían baños de agua casi cogelada y sillas que daban descargas eléctricas. Los primeros asilos eran poco más que un lugar en que hacer desaparecer al enfermo mental de la sociedad, casi de la misma manera que lo que es una cárcel para un criminal; y en el siglo XVIII permitían a los visitantes pagar un penique para observar a los pacientes como si de una "feria de monstruos" se tratara. Durante el siglo XX muchos experimentos fueron probados con los pacientes esquizofrénicos: sueño inducido por drogas, comas e incluso ataques epilépticos inducidos por fármacos. Pero el caso más controvertido era el de la lobotomía que consistía en taladrar el cráneo y destruir parte del lóbulo frontal del cerebro. Esto daba como resultado la destrucción del uso del juicio y las habilidades sociales de los pacientes.

SANATORIOS MENTALES EMBRUJADOS

LA HISTORIA DEL SANATORIO MENTAL DE BARTONVILLE
(Near Peoria, Illinois)

Si los espíritus son las personalidades de aquellos que estuvieron vivos anteriormente y se niegan a cruzar al otro lado en el momento de la muerte... ¿entonces no reflejarían estos espíritus la confusión de aquella antigua vida? ¿Y si los encantamientos son los efectos residuales de un trauma que han sido grabados en la atmósfera del lugar donde ocurrieron? Entonces, ¿serían los lugares donde habitaba la locura y el terror propensos a estos encantamiento?

Si cualquiera de esas preguntas tuvieran una respuesta afirmativa entonces podríamos explicar los extraños sucesos que ocurrieron en el Sanatorio Mental Estatal de Bartonville durante muchos años. En sus últimos años de funcionamiento, después incluso de que fuera trasladado el último paciente, algunos empledos del lugar empezaron a relatar cosas que ocurrían. Tras su marcha del lugar empezó a ser frecuentado por excursiones de vándalos, intrusos y curiosos. Muchos de ellos incluso cuentan que han tenido "encuentros" en aquel lugar".

Pero hay una larga historia detrás de este triste y tétrico lugar... una historia llena de reformas médicas y sociales, locura y sí, incluso fantasmas.

La construcción de los primeros edificios empezó en 1885 y fue terminada en 1887. El hospital, cuando se terminó, parecía un castillo medieval con almenas y torretas. Era una estructura furibunda y nadie se podía imaginar que fuera a ser usada para un hospital. Debido a los altos costes de la construcción, no llegó a usarse y fue derribada en 1897. La razón de la demolición se debió a fallos en el diseño y la estructura. De acuerdo con antiguas declaraciones, el edificio fue construido sobre una mina de carbón abandonada y grandes grietas comenzaron a aparecer en las paredes. Se cree que los fallos se debieron al derrumbe de varios ejes de la mina.

En 1902 el hospital reabrió con el Dr. George A. Zeller, un pionero en salud mental, a la cabeza. El nuevo hospital puso en práctia el "sistema de la casita de campo" y 33 edificios diferentes fueron usados como habitaciones para pacientes. También había un ala para enfermeras, una tienda, una zona administrativa y un edificio con lavandería, panadería y cocina. Zeller también implantó un sistema que no utilizaba rejas ni referzos en las ventanas, algo inaudito en aquel tiempo.

El Dr. Zeller también tuvo en cuenta que se necesitaba un sistema para hacerse cargo del entierro de la gente que moría en el hospital. Decidió que el sanatorio se hiciera cargo de los entierros de aquellos cadáveres que no fueran reclamados y de los costes del transporte de los demás a sus familiares. La zona de enterramiento del hospital constó de cuatro cementerios, los cuales se encontraban detrás de los edificios principales. Los cementerios más antiguos estaban marcados con piedras que solo tenían números, ya que algunos pacientes no tenían nombre. Los nuevos cementerios tenían piedras que tenían inscritas nombres, fecha de defunción y número de paciente. El cementerio más antiguo es el lugar de proveniencia de la primera historia de fantasmas asociada al hospital. Pero no era un mero cuento o rumor, estaba documentada como un veradero casa sobrenatural... y quien lo contaba era ni más ni menos que el mismísimo Dr. George Zeller.

Poco después de abrir el hospital, el Dr Zeller creó un cuerpo destinado al enterramiento de pacientes. Este cuerpo consistía en varios miembros de mantenimiento del hospital y media docena de pacientes. Aunque estos pacientes estuvieran pertubardos, eran bastante competentes a la hora de cavar para hacer las sepulturas.

De todos los sepultureros, el más extraño, de acuerdo con el Dr. Zeller, era un tipo llamado A. Bookbinder. El hombre era totalmente mudo y nadie sabía su verdadero nombre. Aparentemente, el hombre sufrió un ataque mientras trabajaba en su imprenta, probablamente en Chicago, y su enfermedad mental le hizo incapaz de hablar coherentemente. El oficial que lo tomó en custodia comentó que el hombre trabajaba como "encuadernador" (bookbinder). Un juzgado le puso este nombre y fue mandado al hospital como A. Bookbinder (A. Encuadernador).

El Dr Zeller describía al hombre como alguien sano y fuerte, a pesar de ser nulamente comunicativo. Pronto, lo alistaron para asistir como grupo de sepultureros. Extrañamente, "Old Book", como fue empezado a ser llamado, estaba bastante satisfecho con su trabajo. Normalmente, cuando el ataúd estaba siendo bajado, los sepultureros norlmamente se apartaban y esperaban a que terminara el funeral. Tras ese momentos comenzarían a rellenar la tumba con tierra. Casi siempre, los pacientes del hospital eran desconocidos por el personal, por eso los funerales eran poco respetuosos, incluyendo el saqueo previo de pertenencias del difunto. Debido a esto, todos se sorprendieron cuando, en su primer entierro, Old Book procedió a quitarse su gorra, secar sus ojos y a sollozar por el paciente que había muerto. Siempre hacía lo mismo en cada funeral... primero su manga servía para secar sus lágrimas y luego iría solitariamente andando hacia un viejo olmo en el centro del cementerio, donde se apoyaría y comenzaría a sollozar. Este olmo era conocido como el "Olmo del cementerio". Era un antiquísimo árbol que llevaba desde tiempos inmemoriales en el lugar.

Pasó el tiempo y, evidentemente, Old Book falleció. El boca a boca entre los empleados y el que Book era bastante querido, pese a sus peculiaridades, hizo que todo el mundo asistiera a su funeral. El Dr. Zeller escribió más de 100 informes a las enfermeras, y, junto con los trabajadores y varios cientos de pacientes, el Dr Zeller ofició el funeral. El féretro de Old Book fue puesto sobre dos vigas trasversales y cuatro hombres se encargaron de bajarlo en la sepultura al final del funeral. El Dr. Zeller escribió: "Cuando el coro terminó las últimas líneas de "Rock of Ages", los hombres agarraron las cuerdas, dieron un paso atrás y con un gran esfuerzo para elevar el ataud y quitar las vigas que lo sostenían para dejarlo caer plácidamente sobre el hoyo. "Cuando se dio la señal, agarrarron las cuerdas y, al tirar, cayeron de espaldas. El ataúd, sin ofrecer resistencia alguna, saltó por los aires como si estuviera vacío."

No hace falta decir que los espectadores quedaron conmocionados por semejante evente y las enfermeras gritaban corriendo de un lado para otro mientras los demás se acercaron a ver qué ocurría con el ataúd.

"En medio de la conmoción", continuó el Doctor Zeller, "empezó a oirse una voz que lloraba y y todas las miradas se dirigieron al "Olmo del Cementerio" de donde parecía proceder. Muchos hombres y mujeres se dirigieron allí, y permanecieron junto al olmo, sollozando y gimiendo, como tántas otras veces había hecho el viejo Old Book.

Tras esto, el Dr Zeller convocó a varios hombres para destapar el féretro, convencido de que el viejo Old Book no se encontraba dentro. Quitaron la tapa y, en ese mismo instante, el sonido gimoteante paró. Dentro del féretro yacía el cadáver de Old Book... evidentemente muerto. Se dice que aquellos que vieron el cuerpo y luego miraron hacia el Olmo del Cementerio lo vieron aparecer y luego desaparecer.

"Fue horrible, pero es cierto" Escribió el Dr Zeller. "Yo lo vi, cien enfermeras lo vieron, al igual que otros 300 espectadores".

Pocos días despues, el Olmo del Cementerio misteriosamente comenzó a corromperse y a murió. A pesar de los esfuerzos por salvarlo, el árbol moría lentamente y al año siguiente estaba totalmente seca. Despues, cuando las ramas muertas se fueron cayendo, los trabajadores intentaron quitar el resto del árbol, pero pararon después de que, tras el primer hachazo, el árbol empezó a emanar "un llanto de dolor agonizando y desesperado". Despues de eso, el Dr Zeller sugirió que el árbol se quemara, sin embar tan pronto las llamas comenzaron a quemar la base del árbol, los trabajadores las sofocaron. Posteriormente contaron a Zeller que escucharon un sollozo salir del árbol.

"Hoy día, la tumba de Old Book aún sigue sin ninguna lápida", escribió el Dr Zeller al contar sus experiencias. "Poer si cualquiera pregunta dónde esta, aquellos que conocen la historia señalarán a lo que queda del viejo olmo".

Tras la muerte del Dr Zeller, el hospital siguió funcionando durante muchos más años, añadiendo más dependencias, paciente y cuidados intensivos para niños y tuberculosos. El sanatorio finalmente cerró sus puertas en 1972 y permaneció vacío muchos años. En 1980, fue vendido en una subasta al una persona que derribó los edificios vacíos y luego volvió a ser propiedad del banco ya que luego, el comprador, se declaró en bancarrota. Los edificios que quedan del hospital a dia de hoy son propiedad de Winsley Durand Jr. quien espera convertir el lugar en oficinas. "Esto es una propiedad privada y no se permite paso a los intrusos" dice un cartel.

Pese a las advertencias, no han parado de pasar por el viejo hospital numerosos vándalos y cazafantasmas aficionados durante las últimas tres décadas. Aunque mucha de esta gente ha sido poco cuidadosa con el edificio lo que buscan no es hacer daño al edificio en si... lo que quieren es buscar fantasmas. En la mayoría de este tipo de edificios las historias sobre fantasmas y encantamientos son bastante comunes. ¿Qué vivienda abandonada no ha sido calificada como "casa encantada" en un tiempo u otro? Con edificios de este tipo, cuando una historia empieza, es difícil que pare... salvo en este caso en que las historias parecen ser ciertas.

Además de a los fanáticos de lo fanáticos de lo paranormal, el sanatorio de Bartonville fascina también a los cazadores de fantasmas profesionales. Rob Conover es un buscador de fantasmas que esta bastante interesado en los acontecimientos del sanatorio. Rob Conover es un marine y un investigador privado que se convirtió en buscador de fantasmas debido a su afición por lo desconocido. Tras aparecer en varios programas de la televisión local de Peoria y en algunos periódicos de la zona, también apareció en varios programas nacionales sobre fantasmas y temas sobrenaturales. Sus intereses sobre el viejo sanatorio datan de varios años atrás cuando tuvo su primer encuentro en el lugar, cuando corrió despues de que una fuerza inexplicable, además de otras cosas extrañas, no le dejara abrir las puertas de la habitación en que había quedado encerrado. También, durante su visita vio una aparición en una cinta de video cuando dejó la cámara grabando en mitad de un corredor abandonado. "He estado docenas de veces", dice Rob, "y nunca me he decepcionado. Siempre ocurre algo".

¿Realmente el sanatorio esta embrujado? Multitud de gente que lo ha visto lo cree ciertamente, incluyendo un investigador con experiencia como Rob Conover. Ciertamente el lugar ha tenido bastantes motivos para estar encantado, sin contar la historia de A. Bookbinder y el árbol. La atmósfera del lugar es más que suficiente para justificar las historias de apariciones y energías extrañas que allí se encuentran. Los residuos persistentes del pasado han de ser verdaderamente fuertes en un edificio donde la gente mentalmente enferma era recluida y donde las perturbaciones psíquicas eran comunes. . Además de esto, según Conover, el hospital era la única casa que muchos de los pacientes conocían y donde estaban más cómodos.

"El lugar está lleno de espíritus", ha dicho Conover en más de una ocasión. Y al parecer, es bastante cierto.

The Bartonville Hospital is located on private property between Peoria and Pekin, Illinois.


EL HOSPITAL DE PHILADELPHIA

Nada mas entrar en el hospital encuentras un montón de escombros pertenecientes a parte de los techos y a las desvencijadas paredes. El suelo esta cubierto por cristales rotos de las puertas y las ventanas. Y cada puesta esta esta abierta o rota yaciendo en el suelo. Las ventanas que antes dejaban pasar la luz ahora están tapadas con maderas. Y, bajo tus pies, hay varios túneles que conectan los edificios. Bienvenidos al hospital estatal de Philadelphia, hogar de los satanistas y de los más peligrosos mendigos.

Hay muchas creencias en torno a este hospital. Muchos dicen que el sanatorio ahora se usa para rituales, donde el iniciado es llevado hasta un agujero donde lo cuelgan sobre un entarimado hasta que vuelvan a por él (algunas veces no lo volvieron). Otros dicen que el viejo hospital es un punto de encuentro para satanistas donde se han podido encontrar varios sacrificios animales. Y, para otros, el hospital es un hervidero de actividad fantasmal. Algo sí que es cierto, haya o no rituales, fantasmas, o mendigos, el Hospital Estatal de Philadelphia no es un lugar para pasar la noche.


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